...y lo Real
Intentar explicar lo real es un auténtico sinsentido.
Si hablamos de lo real, lo estamos haciendo de algo que no sólo es imposible de imaginar, sino también de experimentar en el imaginario.
Lo real es lo que se escapa a nuestro entendimiento. Aquello que el simbólico es incapaz de digerir, y nos genera una sensación de vértigo al alejarse de la intuición. Es el registro de lo absurdo, de las incoherencias espacio-temporales y de los gatos salvajes de Schrödinger... alimentados de incertidumbre y sin un sentido aparente.
Es el vacío al que nos enfrentamos antes de nacer y nos espera al final de la vida. Esa ausencia de subjetividad imposible de concebir, y la respuesta a unos interrogantes a los que seguimos sin encontrarles una solución satisfactoria.
Sumergidos así en el escenario de lo inabarcable, nunca sabremos simbolizar lo real de una forma absoluta, ya que en el intento siempre acabamos ignorando (o evadiendo) algo de su significado.
Además, la única vía de asimilarlo es en un estado inevitablemente sesgado -al ajustarlo a nuestro sistema de entendimiento-, siendo imposible apreciar su auténtica expresión.
¿Significa eso que nunca vamos a acceder a la esencia de nuestras vivencias?
Evidentemente, lo que vemos es real, en el sentido de que existe en nuestro interior, si bien nada nos asegura que lo haga igualmente -y sobre todo, de idéntica forma- en el exterior. Y sucede lo mismo con las sensaciones, las emociones y la actividad mental que generamos en base a los estímulos de ahí afuera...
Su verdadera naturaleza es algo inalcanzable, y es que siempre nos acercamos a ella influidos por nuestra subjetividad.
Sustrato invisible de aquello que se encuentra a nuestro alrededor, lo real se asoma en silencio bajo el velo de la sintomatología. Su aparición se vive como una ruptura angustiosa del simbólico, y sólo se llega a intuir en situaciones extremas, entre las que se incluye el brote psicótico.
En este sentido, el síntoma es una expresión -necesariamente simbólica- de lo real en el imaginario, y (aunque sea sorprendente) actúa para garantizar que siga existiendo el equilibrio.
En el análisis, buscaremos vías de simbolizar su aparición en una versión más saludable, que sea sostenible y facilite la evolución del individuo...
...y lo Real